miércoles, 24 de junio de 2015

LOS PADRES, PRIMEROS EDUCADORES

El ser padre y madre es un gran honor, su mútuo amor de pareja los ha convertido en pequeños creadores de la obra por excelencia que es una persona, un niño o una niña.
                       
Pero, a la vez que es un gran honor, es una gran responsabilidad.
                       
Está claro que ser padre de una "personita" no termina con darle la vida ni alimentarlo y cuidarlo los primeros meses y años. El amor de los padres no se manifesta suficiente con trabajar para criar bien al pequeño, sin que le falte nada. El padre y la madre se han de dedicar al arte de las artes que es educar a un niño. Para ello es importante que los padres crean en la educación y descubran que "la educación es lo más importante que tenemos en nuestras manos para construir un mundo nuevo".
                       
Y por supuesto, como escribía una madre, que es tarea primordial de los padres,de la familia; ya que lo que somos, en gran parte, lo debemos a la educación recibida y, como seguía diciendo, de los padres depende que los chicos y chicas vayan siendo mejores personas, mejores hijos, mejores ciudadanos.
                       
El Colegio debe ser una continuación de la casa y la familia, y no pensar "que nos lo eduquen ellos". La familia en primer lugar, insisto; pero ha de existir un vínculo estrecho con la escuela, la televisión y la política.
                      
Para ello no sólo los padres, sino toda la sociedad con los medios de comunicación deben de creer en la educación, para que no se prolongue en nuestros días y en nuestra sociedad la queja de Roussau en su Emilio: "Pese a tantos escritos que, según dicen, tiene como finalidad la utilidad pública, la primera utilidad que es el arte de formar a los hombres, todavía permanece olvidada."
                      
La verdad es que los padres y educadores nos encontramos bastante solos ante el reto educativo. Los programas de televisión parece que siguen el criterio de "todo vale". El mismo programa vale para el hombre de 80 años como para el niño de 8. Además a nuestra educación le falta norte y una meta a alcanzar. No basta enseñar,aprender y exigir sin más. Es importante tener siempre presente "el para qué".
                      
Educarse no es aprender mucho. El niño y la niña de por sí tiene como meta crecer y desarrollarse para llegar a ser una persona con estilo y proyecto de vida. Para ello le ayudarán el conocimiento de sí mismo y la autoestima, los estudios, conocimientos y destrezas que vaya adquiriendo, l cultivo de los valores humanos y cristianos, en nuestro caso, y la convivencia de cada día.
                     
También hemos de dar con el estilo de una educación nueva que se sitúe entre la educación autoritaria y punitiva de antes y la permisiva o del "dejar hacer" de nuestros días. Tanto una como otra quedan desfasadas.
                     
Por parte de padres y maestros ha de acompañar la animación amorosa. Estimulando su aportación y esfuerzo de cada día, sin reducir nuestro consejo a decir: "estudia, hijo". Igualmente es necesaria la corrección amorosa, sabiendo que "el no" también. ayuda a crecer y no crea traumas necesariamente.

¡Padres,sed los primeros en educar a vuestros hijos y a mucha honra! Y pedid y buscad colaboración con la familia.

MIGUEL ROS GALLENT

Capuchino.Orientador Familiar del TE de Valencia

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